2) Resuelve la siguiente actividad:
3) Responde las siguientes preguntas:
4) Entra en tu blog, inserta el video y debajo el siguiente resumen (observa que los párrafos están desordenados, ordénalos). Publica como LEYENDA.
Y en recuerdo de la trágica muerte del espantapájaros, el cuervo ciego y todos sus compañeros, decidieron vestir de luto; y por eso, desde entonces, en memoria del espantapájaros, todos los cuervos son negros.
Cerca del molino estaba el cuervo ciego; sus amigos le explicaron que los vecinos de la aldea estaban quemando un molino donde se intentaba esconder un espantapájaros con una bufanda muy larga. El cuervo ciego, entonces, les explicó que ese era el espantapájaros bueno, el que le había salvado la vida.
Esa misma noche, decidió cambiar su vida.
Despertó a su amo, y le dijo que quería otro oficio, que ya no quería asustar más a los pájaros.
Érase una vez un espantapájaros que no tenía amigos.
Trabajaba en un campo de trigo; no era un trabajo difícil, pero si muy solitario.
Ofendido, el espantapájaros le explicó que él no era malo, a pesar de ser un espantapájaros.
Una vez más, el espantapájaros se quedó sin amigos.
El espantapájaros murió quemado.
Los cuervos esperaron hasta el amanecer; y cuando no había llamas, se acercaron a los restos del molino, tomaron las cenizas del espantapájaros y volaron alto, muy alto.
Un día, el espantapájaros hizo algo que estaba prohibido. Les ofreció unas semillas; pero aún así, ellos no querían saber nada.
El espantapájaros se preguntaba por qué nadie quería ser su amigo.
Y desde lo más alto, esparcieron las cenizas por el aire.
El viento escampó las cenizas por toda la comarca.
Las cenizas volaron por el cielo junto con los pájaros; y de esta manera, el espantapájaros nunca volvió a estar solo, porque sus cenizas, ahora volaban con sus nuevos amigos.
Aterrorizado el amo, despertó a todos los vecinos; les contó que su espantapájaros había cobrado vida, y que eso solo podía ser obra del diablo.
Tras varios días, el cuervo mejoró. Antes de marcharse, el espantapájaros preguntó al cuervo que por qué nunca querían hacerse amigos del espantapájaros; y el cuervo explicó que el trabajo de los espantapájaros era asustar a los pobres pájaros, que sólo querían comer; eran unos seres malvados y despreciables, unos monstruos.
Sin nadie con quien hablar, sus días y sus noches se hacían eternos. Lo único que podía hacer era mirar los pájaros. Cada vez que pasaban, él los saludaba, pero ellos nunca respondían. Era como si le tuviesen miedo.
Conmocionados por la historia, los cuervos quisieron salvar al espantapájaros; pero era demasiado tarde y ya no podían hacer nada.
Así pasó el tiempo, hasta que una noche fría, cayó a sus pies un cuervo ciego. El cuervo estaba tiritando y hambriento, y el espantapájaros decidió cuidar de él.
Las cenizas volaron por el cielo junto con los pájaros; y de esta manera, el espantapájaros nunca volvió a estar solo, porque sus cenizas, ahora volaban con sus nuevos amigos.
Aterrorizado el amo, despertó a todos los vecinos; les contó que su espantapájaros había cobrado vida, y que eso solo podía ser obra del diablo.
Tras varios días, el cuervo mejoró. Antes de marcharse, el espantapájaros preguntó al cuervo que por qué nunca querían hacerse amigos del espantapájaros; y el cuervo explicó que el trabajo de los espantapájaros era asustar a los pobres pájaros, que sólo querían comer; eran unos seres malvados y despreciables, unos monstruos.
Sin nadie con quien hablar, sus días y sus noches se hacían eternos. Lo único que podía hacer era mirar los pájaros. Cada vez que pasaban, él los saludaba, pero ellos nunca respondían. Era como si le tuviesen miedo.
Conmocionados por la historia, los cuervos quisieron salvar al espantapájaros; pero era demasiado tarde y ya no podían hacer nada.
Así pasó el tiempo, hasta que una noche fría, cayó a sus pies un cuervo ciego. El cuervo estaba tiritando y hambriento, y el espantapájaros decidió cuidar de él.